1. Alterna tus prácticas
Empecemos por aquí.
Las sesiones de práctica cometen el error de hacerte repetir el mismo tipo de golpe, una y otra vez. Eso está bien si quieres perfeccionar un golpe específico. Pero una vez en el campo, aprenderás por las malas que un mismo golpe no sirve para todas las situaciones.
Habrá ocasiones en que la bola caiga en una zona inclinada o en un búnker de arena. Así que, en tus sesiones de práctica, trata de realizar distintos tipos de golpes o swings.
2. Escoge un golpe y perfecciónalo
Es muy importante que aprendas diferentes tipos de golpes para cualquier situación. Pero también es importante que escojas un golpe específico, y lo perfecciones hasta volverlo tu movimiento insignia.
Para los novatos, golpear la bola desde el tee siempre será un reto. A veces la golpearás mal, o te encontrarás lejos del hoyo y necesitas acercarte. Para ese tipo de situaciones, es conveniente contar con un as bajo la manga. Es decir, con un golpe o swing esencial que sepas ejecutar bien y te saque de problemas.
3. Vigila el contacto
Con esto, me refiero a que revises qué parte de la cara del palo está tocando la bola. Para eso, te recomiendo que uses un marcador para rayar la cara del palo. Esto te ayudará, porque al golpear la bola, el marcador se borrará o caerá del palo. Así sabrás qué parte de la cara la golpeó.
También puedes usar las rayas como guías. Haz unas 5 rayas en el extremo izquierdo, centro y extremo derecho de la cara. Así medirás mejor con qué parte de la cara debes golpear la bola.
4. Aprende a colocar el palo
El marcador puede ayudarte. Pero a nivel general, necesitas aprender a colocar el palo cuando golpees.
Muchos golfistas creen que separar paralelamente tus pies, o colocarlos a la altura de tus hombros es suficiente. Pero no es así. Para saber cómo poner el palo, debes colocarte detrás de la bola y asegurarte de que está apuntando hacia el hoyo.
Luego, antes de golpear, certifica que el palo esté apuntando hacia el hoyo, y el golpe tendrá la dirección que necesitas. Haz el golpe, y toma nota. Solo así aprenderás.
5. Exígete durante las prácticas
Te tengo una amarga verdad: que te vaya bien en las prácticas, no garantiza que estés mejorando. Como dije antes, las sesiones de práctica te harán repetir el mismo golpe varias veces. Eso no funciona.
Si de verdad quieres mejorar, tendrás que salir de tu zona de confort e intentar cosas nuevas. Juega en cualquier tipo de situación, especialmente en las que no domines. Si te está yendo mal, no te desanimes y sigue intentando hasta conseguirlo.
De esa forma, podrás jugar mejor en cualquier situación o cualquier campo de golf que consigas.
6. Equilíbrate con una pierna
Durante las prácticas, puedes intentar una técnica bastante útil que muchos golfistas utilizan. La técnica consiste en adoptar la posición del golpe, y antes de hacer swing, colocar todo tu peso corporal sobre la pierna izquierda (o sobre la derecha, en caso de que seas zurdo).
Eso te dará mayor control y estabilidad en los tiros cortos pero peliagudos de hacer, como chips. Además, podrás concentrarte más en qué tan lejos necesitas que vaya la bola.
7. Ten tarjetas de puntuación de reserva
Esto no es tan importante, pero sí algo útil. A todos los golfistas les pasa que, en medio del juego, se quedan sin suficientes tarjetas de puntos. Es bastante molesto. Pero para solucionarlo, puedes tomar unas tarjetas de las sesiones de práctica, guardarlas y usarlas como reserva cuando vayas a jugar. Así de fácil.
8. Calienta la bola
Te sonará extraño, pero eso no lo hace menos cierto. Antes de comenzar, cuando reúnas los materiales para el juego y estés poniéndote tu ropa de golf y zapatos de golf, agarra una bola de golf y guárdala en tu bolsillo mientras vas al campo de juego.
Diversos estudios han comprobado que mientras más cálidas estén las bolas de golfs, más aumentan las probabilidades que vayan lejos y cubran muchas yardas, debido a que estarán más compactas y preparadas para el golpe inicial.
Esto es especialmente importante, si planeas jugar en días fríos.
9. Guarda tus pertenencias en otra bolsa
Los pantalones de golf suelen tener bolsillos ajustados y algo pequeños, así que muchos golfistas guardan sus objetos personales en el bolso de golf (golf bag). Pero los bolsillos individuales de este también son pequeños, así que ahí no van a caber tu celular, llaves, cartera y otros objetos.
Por eso es mejor llevar tu propio bolso individual. Puede ser un bolso pequeño, un koala o incluso una media (siempre y cuando esté limpia). Guardar esas cosas en otro bolso, te será útil y menos estorboso.
También te aconsejo que lleves una nevera de golf. Allí podrás guardar varias bebidas e hidratarte durante el juego.
10. Estírate antes de empezar
Es importante calentar antes de comenzar el juego. Y en golf, estirarte es el mejor ejercicio de calentamiento.
Sin embargo, obviamente no vas a estirarte sobre el campo de juego. Lo que yo te aconsejo, es llevar una banda elástica para estirar tus brazos. De esa forma, tus músculos estarán más sueltos, y podrás hacer el swing con mayor libertad.
11. Escoge un palo apropiado
Los novatos suelen escoger los palos en base a la longitud del campo. Es decir, escogen palos de caras largas para tiros largos, y escogen palos de caras cortas para tiros cortos.
Eso es un error. El palo no debe escogerse por la distancia del hoyo, sino por el tipo de movimiento que debes hacer, y si estos fueron construidos para ejecutarlo bien.
Por ejemplo, si estás en el tercer golpe de un par 5, estás lejos del hoyo y sigues en pleno fairway, es mejor optar por un palo de cara madera 3, ya que están diseñados para levantar mejor la bola.
Si quieres iniciar con fuerza, utiliza un driver o madera uno, porque tiene la cara larga y muy poco loft o ángulo, así que la bola irá lejos y tendrá pocas curvas o desvíos.
Sea como sea, espero que te haya quedado claro.
12. Agárralo bien
Todo buen golfista sabe cómo se debe agarrar el palo de golf. Al fin y al cabo, necesitas agarrarlo con firmeza si quieres hacer un buen golpe.
Sostén el palo de esta forma: pon la mano izquierda sobre la empuñadura. Coloca el palo entre tu dedo índice y pulgar, y haz que la palma y los demás dedos cubran la empuñadura. Luego pon la mano derecha un poco más arriba, y colócala de la misma forma que hiciste con la izquierda. El pulgar y el dedo índice de ambas manos, deberían formar una V.
Y listo. Ahora que sabes cómo agarrar el palo de golf, tendrás menos problemas para ejecutar el golpe.
13. Mantente concentrado
Por más que calcules y controles el swing, golpear la bola a ciegas es una mala estrategia. Si de verdad quieres efectuar bien el golpe, debes concentrarte y mantener la mirada sobre la bola en todo momento.
Desde que la coloques sobre el tee, hasta que hagas el swing y la golpees, concentra tu mirada en la bola. Solo así sabrás con exactitud la ubicación de esta, y controlarás mejor la dirección hacia donde debes enviarla.
14. Usa guantes
Este punto es importante para quienes tengan manos sudorosas. El golpe depende mucho de cómo agarres el palo, y tener las manos sudadas puedes desestabilizar tu agarre.
Como solución, te aconsejo usar guantes. Sobre todo en días calurosos. Esto hará que se peguen a tus manos, absorbiendo el sudor y evitando que el palo se resbale a través de tus palmas.
15. Encuentra la dirección del viento
Jugar golf depende de muchos factores, y el viento es uno de ellos. Necesitas hacer que la bola siempre vaya en la misma dirección del viento, o de lo contrario, este arruinará tu golpe.
Una forma efectiva de distinguir la dirección del viento, es arranco unas hierbas del pasto, lanzándolas al aire y viendo hacia dónde se dirigen.
O también puedes usar tu nariz y orejas como guías. Mueve tu cabeza hacia distintas direcciones, y sientes la brisa pasar sobre tus orejas, entonces habrás encontrado la dirección y puedes usar tu nariz como flecha.
16. Mantén una postura firme
Los golpes y los palos pueden variar en cada situación. La postura no. De hecho, mantener una postura firme y concreta ayudará a que consigas mejores golpes, y hará que tu cuerpo se acostumbre con más facilidad al swing.
Así que no te preocupes por la postura. Cambiar la posición de tu espalda o pies no hará mayor diferencia.
17. Toma nota de tus errores
Un buen golfista conoce sus fortalezas y debilidades. Si quieres mejorar, necesitas reflexionar durante las sesiones de práctica, tomar nota de tu desempeño e identificar tus errores.
¿Cuántos greens hiciste? ¿Conseguiste algún par o un birdie? ¿Qué tal lo hiciste en tiros cortos, como chips o dog legs? ¿Cuántos fairways hiciste? Esa es la mejor forma de calificar tu desempeño, y saber cuáles son los puntos débiles que debes fortalecer.
18. Trae un paraguas
Es bien sabido que el sol puede ponerse muy pesado durante días soleados. Así que, ¿por qué no combatirlo con un paraguas?
Verás, los campos de golf pueden ponerse muy calurosos. Especialmente a medio día y tempranas horas de la tarde. Debido a eso, todos se organizan para jugar cuando sol no está tan intenso. Por lo que los campos de golf estarán abarrotados de gente, durante las mañanas y las mayores horas de la tarde.
Siempre es mejor jugar con suficiente espacio en el campo, pero el sol es insoportable. Y aquí es donde te viene bien un paraguas. El paraguas puede ayudarte a sobrellevar los rayos ultravioletas del sol, y brindarte una sombra que te reduzca el calor mientras golpeas la bola de golf.
19. No le temas a la arena
El búnker de arena es repudiado por los jugadores de golf, y con razones válidas. Sin embargo, los novatos suelen creer que si la bola cae en la arena, la única forma de sacarla será haciendo que el palo golpee y atraviese la arena, para así ‘’excavar’’ la bola y hacerla volar.
Eso es un error. Primero, la arena es pesada, así que si intentas golpearla, es probable que su peso interrumpa tu swing. Segundo, solo conseguirás sacar arena del suelo, y el lanzamiento de la bola no mejorará por esto. En su lugar, golpea la bola como lo harías en cualquier otra situación.
De hecho, si te mentalizas a golpearla de forma normal, estarás más relajado y el swing te saldrá mejor.
20. Reconoce tus mejoras
Ya mencioné lo importante que es exigirte y admitir tus errores. Sin embargo, sé que el proceso de mejorar puede frustrarte. Así que, cuando tengas una mejora o hagas algo que antes no podías, reconócelo y siéntete bien contigo mismo.
Usa tus logros como victorias personales para continuar. Verás que es una motivación muy efect