Jugar al ajedrez bien

Como Jugar al Ajedrez Bien

Consejo 1: No le dediques todo el tiempo a las aperturas

Es uno de los errores más comunes. Quizás porque hay muchísima información disponible sobre la primera fase de la partida o quizás por la esperanza de ganar la partida en los primeros movimientos, muchos aficionados dedican demasiado tiempo a estudiar aperturas y demasiado poco a otras cuestiones. ¿Es malo estudiar aperturas? ¡Por supuesto que no! El problema es centrarse exclusivamente en ello.

 

Como cualquier fase de la partida de ajedrez, la apertura debe ser estudiada, de eso no hay duda. Pero estudio debe ser consecuente con dos importantes factores: 

  1. El tiempo total que le vas a dedicar al ajedrez. Si no tienes mucho tiempo para estudiar ajedrez no deberías tratar de aprender demasiadas aperturas, tal y como te comenté en el artículo 5 claves para construir tu repertorio de aperturas. Si queremos mejorar en ajedrez debemos atender a muchos factores, como vamos a desarrollar en este artículo. Si no tienes mucho tiempo vale más la pena que tengas claras las leyes fundamentales de la apertura (desarrollo, control del centro y rápido enroque) y trates de seguirlas a rajatabla, más que memorizar aperturas que puede que no entiendas en profundidad. De hecho siempre insisto en que estudiar aperturas tratando de memorizar es absurdo.
  2. Tu nivel de juego. También te hablé de esto en el artículo que te mencionaba anteriormente. Es fundamental. Un gran maestro de élite dedica gran parte de su entrenamiento a estudiar aperturas. Llegado a cierto nivel las aperturas juegan un papel fundamental. Pero un principiante de ajedrez debería emplear ese tiempo de estudio en mejorar en otros factores que pueden llegar a decidir una partida. ¿Cuáles son esos factores? No seas impaciente, sobre eso va este artículo. 

Consejo 2: Practica con frecuencia

No basta con tener buenos conocimientos. Hay que practicar. Pero cuidado… cuando hablo de practicar no me refiero a pasarse horas jugando partidas relámpago a 1 minuto. Eso es divertido, qué duda cabe, pero si queremos mejorar debemos de jugar a ritmos lo más lentos posibles. El practicar con frecuencia, junto con el trabajo que te sugiero en el siguiente punto, te ayudará mucho a mantenerte en forma.

 

Claro que hay distinguir entre dos detalles: una cosa es aprender ajedrez y otra mantener la mente engrasada. Para rendir a un buen nivel ambos factores son determinantes. Con la práctica estamos ejercitando nuestra «materia gris», de manera que nuestra manera de pensar funcione más rápida y eficazmente. Pero jugar con frecuencia también nos ayudará a aprender nuevas ideas, especialmente cuando trabajemos sobre esas partidas tal y como te sugiero en el siguiente punto.

Consejo 3: Analiza tus partidas

Casi me atrevería a decir que especialmente las derrotas, pero en realidad también es importante el trabajo que se realiza sobre las victorias. ¡Mucho cuidado! Muchos jugadores, en la actualidad, confunden el análisis y el trabajo con las partidas que se juegan con una simple revisión usando un módulo de análisis. Este es un error grave. Se puede aprender mucho con el trabajo sobre las partidas que se juega, pero uno de los detalles más importante es que se deben analizar, con tranquilidad, sobre el tablero real y sin ayuda del ordenador.

 

Nos sirve de poco descubrir que tal o cual jugada era mejor que la que hicimos, solo porque la sugiere nuestro ordenador. El análisis sobre nuestras partidas nos debe llevar no solamente a los errores, sino al motivo por el que se cometen. Y muy importante: si nos acostumbramos a analizar nuestras partidas, tal vez acabemos hallando ciertos patrones que se repiten en nuestros errores. Por ejemplo: que nos lanzamos al ataque sin motivo o que dejamos nuestro rey débil.

Así que te aconsejo que analices todas las partidas que juegas, especialmente aquellas que disputes a ritmos a partir de 10 minutos. Por supuesto que, una vez trabajadas sin módulos, no está mal que compruebes qué dicen las máquinas 

Consejo 4: La táctica es fundamental

Hasta ciertos niveles más avanzados, la mayoría de las partidas se deciden por errores o descuidos tácticos. Fallos de cálculo o «ceguera» a la hora de prever ciertos golpes tácticos del rival. He escuchado en alguna ocasión el comentario conformista de algún jugador que comentaba: «se me da mal la táctica». La pregunta del millón sería. ¿trabajas la táctica?

Ser bueno en táctica implica fundamentalmente dos cuestiones importantes:

  1. Conocer los principales recursos tácticos ( clavadadoble amenazadesviacióndescubiertaenfilada… ) y las principales figuras de mate.
  2. Tener «nuestra maquinaria» engrasada, lo que nos permitirá desarrollar cierto sentido «táctico», probablemente aquello que algunos llaman intuición y que al fin y al cabo no suele ser otra cosa que la experiencia o el conocimiento subconsciente.

En las sesiones de entrenamiento con mis alumnos me gusta proponer ejercicios aleatorios de táctica y estrategia, sin que ellos sepan de qué se trata. Normalmente en los primeros hay que buscar una combinación y en los segundos un plan. Pero prefiero no darle pistas al alumno. Simplemente: «piensa en esta posición y dime que harías». 

 

¿Por qué hago esto? Estoy harto de ver a alumnos que son capaces de resolver problemas de táctica relativamente difíciles en nuestras clases y, sin embargo, luego no ser capaces de ver otras relativamente sencillas en sus partidas. ¿Por qué ocurre ésto? Muy sencillo: en una partida nadie te advierte de que tienes una gran combinación en la siguiente jugada, nadie te susurra al oído «blancas juegan y ganan».

Este es el motivo por el que puede ser bueno enfrentarse a diferentes posiciones en los entrenamientos sin saber si requieren o no una solución táctica. Este método nos permitirá estar «alerta» tácticamente en todo momento, o por lo menos ese es el objetivo.

Consejo 5: Hazte con buen material para el estudio

Hay ciertos autores, como Antonio Gude, Dvoretsky, Nunn, Watson, De la Villa, Mikalchishin, Kasparov o Rowson que sencillamente son fiables. Son buenos, sus obras son instructivas y están realizadas con esmero. En internet abunda el material mediocre: «trabajos» en pdf que puedes descargar y que tienen bastante poco valor, vídeos en los que uno puede confundir ideas, más que aprenderlas…

Te recomiendo que te hagas con buen material y buenas herramientas. Supongo que no esperarías otra cosa, leyendo este artículo en chess.com, pero me gustan las herramientas que ofrece esta plataforma para aprender y entrenar.

Consejo 7: Organiza tu trabajo

No basta con decirlo. Hay que hacerlo. Si realmente queremos realizar un esfuerzo para mejorar en ajedrez debemos planificar nuestro trabajo. Estipular qué tiempo le dedicaremos a cada cosa. Cuánto a las aperturas, a la táctica, a leer libros y material didáctico, a ver partidas de los mejores jugadores, a practicar, a analizar nuestras partidas.

Este trabajo debe ser consecuente con nuestro nivel de juego, con el tiempo del que disponemos, pero muy especialmente de nuestras características como jugadores. Por ejemplo, si ya tenemos una buena base táctica, pero no tenemos demasiados conocimientos estratégicos, deberemos plantear nuestro trabajo con la prioridad de ampliar nuestra teoría del juego posicional. Cada caso es diferente, aunque ya estás advertido desde el primer punto de este artículo, que no debes centrarte en las aperturas como, desgraciadamente, hacen muchos.

Quizás te pueda ayudar anotar tu planificación, crear un programa con las horas y materias que vas a trabajar. Y luego trata de ser fiel a ello. ¡No basta con tener buenas intenciones! 

Sobre todo, paciencia y práctica querido aprendiz, el ajedrez esta considerado un deporte y eso que el único músculo que mueves es el cerebro haciendo cálculos

Han sacado hace poco tiempo una serie de ajedrez en la que una mujer se enfrenta a los mayores ajedrecistas , titulada gambito de dama

 

También hay películas en las que vemos a los protagonistas jugando al ajedrez y son las siguientes películas:

Chess Fever (1925)

 

Este clásico Soviético es una película muda, pero tiene igualmente mucho interés para estudiosos del ajedrez ya que sigue a un hombre obsesionado con el juego hasta tal punto que amenaza con acabar con su matrimonio. Luego, mientras pasa un tiempo en el torneo de ajedrez de Moscú de 1925, recluta la ayuda del Campeón del Mundo José Raúl Capablanca, quien salva a la feliz pareja. Muchos otros grandes del ajedrez estuvieron en el torneo y se pueden ver durante la película, incluidos Emanuel Lasker, Frank Marshall y Richard Reti.

The Master Game (1976-1983)

 

‘The Master Game’ fue una producción de la BBC en la que se emitían torneos de ajedrez reales televisados ​​que se desarrolló durante siete temporadas en la BBC2, de 1976 a 1983. Fue presentado por Jeremy James, que daba paso a las partidas en un tablero visualizado con figuras animadas y acompañado de dos recuadros con los jugadores reflexionando, mientras la voz en off tenía un análisis experto de Leonard Barden y, más tarde, Bill Hartston.

 

The Grass Arena (1992)

 

Biopic basado en la autobiografía de John Healy. Criado en una familia ultra religiosa, con un padre abusivo, el joven Johnny pronto descubre que tiene que aprender a defenderse. Se inicia en el boxeo, pero cae víctima del alcoholismo. Terminada su carrera en el cuadrilátero, John se va al Grass Arena (el parque) donde vive con otros alcohólicos y allí todo empeora, hasta que aprende a jugar al ajedrez, lo que le salva la vida, y en solo 11 años logró hacerle tablas nada menos que a Kasparov. Mark Rylance tiene aquí un papel hecho a su medida, lo que coloca el film entre lo más interesante de la lista.

Jaque al Asesino (Knight Moves 1992)

 

Dirigida por Carl Schenkel y escrita por Brad Mirman, ‘Jaque al asesino’ trata sobre un gran maestro de ajedrez que está acusado de varios asesinatos espeluznantes. Básicamente, es una película de suspense y thriller que usa el ajedrez solo como una herramienta para configurar el trasfondo de sus giros de novela policíaca, aunque ciertos aspectos estéticos y algunas muertes la hacen similar a un giallo.

En busca de Bobby Fischer (Searching for Bobby Fischer, 1993)

 

Josh (Max Pomeranc) es un niño normal, pero también un prodigio del ajedrez y su pasión por el juego le lleva a querer convertirse en un nuevo Bobby Fischer, su ídolo. Su padre (Joe Mantegna), un periodista deportivo apoya su ambición y quiere que su hijo se convierta en un futuro maestro, para lo que le asigna un entrenador muy frío, Bruce Pandolfini (Ben Kingsley), que le enseña las estrategias de Fischer en esta película realizada por Steven Zaillian que es una especie de ‘Whiplash’ (2014) llevada a un terreno de juego mental

Fresh (1994)

 

Un niño de 12 años con el mote de «Fresh» vende drogas para gánsteres sin ningún plan más brillante para el futuro. Cuando aprende a jugar al ajedrez, el juego cambia su vida. Escrita y dirigida por Boaz Yakin, esta pequeña película fue el típico hit del cine independiente de los 90 que se ha perdiendo con el tiempo pese a su historia motivacional bastante moderna, cuya estructura sigue repitiéndose, como veremos en algún título más. Eso sí, ningún otro tiene a Samuel L. Jackson como mentor.

La defensa Luzhin (The Luzhin Defence, 2000)

 

Basada en el libro ‘La defensa’ del autor Vladimir Nabokov, ‘La defensa Luzhin’ trata sobre un talentoso jugador de ajedrez llamado Aleksandr Ivanovich Luzhin, interpretado por el actor John Turturro, que viaja a Italia para competir en un prestigioso torneo donde también conoce y se enamora de Natalia Katkov. La cerebral actuación de Turturro da la guinda a unas buenas escenas de partidas de ajedrez y Emily Watson convence por completo al espectador de por qué se enamoraría de ella Luz.

Game Over: Kasparov And The Machine (2003)

 

 

La partida entre el maestro Garry Kasparov (que perdió) y la inteligencia artificial Deep Blue captaron la atención del público de una forma que pocas otras partidas de ajedrez lo han hecho. En este documental, los espectadores van detrás lo que aconteció y ven la perspectiva de Kasparov y su equipo, así como del equipo de Deep Blue. El documental circula sobre la hipótesis de Kasparov de que IBM hizo trampa durante la competición al brindar asistencia humana en momentos críticos.

 

Brooklyn Castle (2012)

 

Dirigido por Katie Dellamaggio, este documental cuenta las historias de cinco miembros de un equipo de ajedrez en «318», una escuela en el centro de Brooklyn donde más del 65% de los estudiantes proceden de hogares por debajo del umbral de pobreza, y con el mejor equipo de ajedrez a nivel estatal, que ha ganado más campeonatos nacionales que cualquier otra en los Estados Unidos. Todo un manifiesto sobre la importancia del entorno, la falta de oportunidades y el deporte como vía de salida de las barreras impuestas por la clase y nivel ecómico.

El caso Fischer (Pawn Sacrifice, 2014)

 

Cuando la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética se extendió, el ajedrez no fue una excepción y en ‘El caso Fisher’ se muestra la historia real de Bobby Fischer y su desafío contra Boris Spassky durante el Campeonato Mundial de Ajedrez de 1972. Un efectivo drama biográfico estadounidense dirigido por Edward Zwick y escrito por Steven Knight en el que Tobey Maguire interpreta al mítico jugador y Liev Schreiber a Spassky. Para los más interesados en la figura del gran Fisher, el documental ‘Bobby Fischer Against the World‘ da una visión más amplia de su turbulenta vida.

La reina de Katwe (Queen of Katwe, 2016)

 

Lupita Nyong’o y David Oyelowo protagonizan este correcto drama biográfico sobre una niña ugandesa llamada Phiona Mutesi cuya vida cambió drásticamente después de aprender a jugar al ajedrez y convertirse en una de las mejores jugadoras tras ganar competición tras competición, logrando redefinir su vida en una versión real y más dramática de lo que contaba ‘Fresh’.

 

Magnus (2016)

 

Magnus

 

Magnus Carlsen es actualmente el gran maestro de ajedrez mejor clasificado del mundo. Este fascinante documental sobre el ascenso a la fama del prodigio sirve para tomar el pulso a la actualidad del deporte y adentrarse en la personalidad de Magnus, quien se convirtió en profesional a los 13 años y ganó el campeonato mundial de ajedrez en 2013 a la edad de 22. Toda la vida temprana del gran maestro noruego está documentada mientras asciende en las filas del ajedrez internacional para convertirse en uno de los más grandes de todos los tiempos.

El juego mas frío (The Coldest Game, 2019)

 

La película de ajedrez más reciente de la lista también es de Neflix, otro thriller de Guerra Fría en el que la habilidad del juego en el tablero de ajedrez sirve como metáfora importante para la estrategia de guerra. En ella, Joshua Mansky, un profesor de matemáticas alcohólico, es reclutado por el gobierno de los Estados Unidos para jugar una partida de ajedrez contra un oponente soviético, mientras una trama paralela involucra a espías rusos y una escalada del conflicto con intervención militar. Si te gusta Bill Pullman poniendo caras de sospecha como en ‘The Sinner’, es tu película.

3 Consejos básicos para no perder al ajedrez nada más empezar

1. Desarrolla tus piezas. Al principiante se le suele aconsejar que mueva primero un peón, luego un caballo y después los alfiles. El orden no es tan importante como la idea fundamental de desplegar cuanto antes todas las piezas por el tablero. En la posición inicial no suelen ser muy útiles y es importante que salgan a divertirse. Parece que tenemos muchas jugadas por delante, pero si nos retrasamos en el desarrollo y no aprovechamos bien cada turno, el rival conseguirá ventaja. Por supuesto, si hemos movido un alfil, por ejemplo, y un peón enemigo lo amenaza, casi con seguridad deberemos moverlo otra vez.
Por eso es muy importante seguir otro consejo: siempre que sea posible, en las primeras jugadas, no muevas la misma pieza más de una vez. En cuanto a la dama, tan tentadora, suele ser un error sacarla a pasear demasiado pronto. Las piezas enemigas pueden empezar a atacarla y su valor es tan alto que tendríamos que moverla una y otra vez para mantenerla a salvo, descuidando el desarrollo de las otras piezas.
2. Lucha por el centro. Los hipermodernos descubrieron que para ganar una partida no hacía falta ocupar el centro, pero siempre es importante controlarlo de algún modo. En todo caso, esto son matices para jugadores avanzados. Si juegas desde hace poco, más te vale cuidar este aspecto en las primeras jugadas. Los peones centrales son los más importantes y harías bien en mover los caballos «hacia adentro», no enviarlos a un lado del tablero, desde donde dominan muchas menos casillas. Quien domina el centro suele tener también más espacio, lo que se traduce en mayores facilidades para maniobrar con nuestras piezas.
3. Enroca en cuanto puedas. La seguridad del rey es lo más importante en ajedrez. En otros juegos y deportes es importante defender bien, pero siempre podemos compensar una mala defensa con un ataque espectacular. En ajedrez, por mucho que dominemos al contrario, si nos sorprende con un jaque mate habremos perdido la partida. Por eso, enrocar en las primeras juegas es caso siempre positivo. Además de llevar al rey a un lugar más seguro (el centro del tablero no lo es) conseguiremos un pequeño milagro que permite la regla del enroque: es el único movimiento en el que cambiamos de sitio dos piezas a la vez. Se consigue así resguardar al rey y llevar una torre al centro en una sola jugada, una forma fantástica de desarrollarnos y de ganar tiempo.